viernes, 22 de enero de 2010

El reloj astronómico de la Ciudad Vieja


Se trata de una de las leyendas más conocidas de Praga. Los que han conocido conmigo esta ciudad la han oído porque siempre la cuento cuando llegamos frente al reloj del ayuntamiento mientras esperamos que toque la hora.

Cuenta la leyenda que el reloj de Ciudad Vieja fue construido por el maestro Hanus en el siglo XV, y sólo él conocía su complicado mecanismo. El reloj da la hora en tres sistemas distintos, pero también calcula la órbita del sol y la luna alrededor de la tierra y el movimiento de éstas dependiendo de los signos del zodiaco.

Los consejeros estaban muy orgullosos de esta gran obra, que encumbraba a la ciudad de Praga por su belleza y avance tecnológico. Pero poco después de su construcción, el maestro Hanus se hallaba enfrascado en un nuevo proyecto en su taller. Los consejeros averiguaron que se trataba de un nuevo reloj astronómico perfeccionado, y empezaron a temer que esta obra fuera llevada a cabo en alguna ciudad extranjera, dejando a Praga en un segundo plano. Por este temor, los consejeros irrumpieron en el taller de Hanus cuando estaba solo y lo dejaron ciego clavándole un puñal en los ojos.

Pasaron unos años y el maestro enfermó gravemente. Como última voluntad pidió al gobernador de la ciudad que le dejara tocar su gran obra, el reloj astronómico, antes de que le llegara la muerte. El gobernador consintió y fue el momento perfecto en el que Hanus aprovechó para llevar a cabo su venganza: Una vez que estuvo frente a la maquinaria del reloj la acarició con sus manos y hundió el brazo en uno de los engranajes principales, rompiendo una palanca y provocando la parada del reloj. Cuentan que en ese mismo instante Hanus cayó muerto frente a su obra. Tuvieron que pasar casi 500 años hasta que llegó otro ingeniero que fuera capaz de arreglar la maquinaria del reloj.

No se sabe qué parte de esta leyenda es cierta y cual es mito, lo que sí es seguro es que el reloj estuvo parado muchos años, y que desde la muerte de Hanus ha tenido que repararse varias veces. Debe ser que el espíritu del artesano vuelve cada cierto tiempo del más allá para realizar alguna trastada en el mecanismo de su fantástico reloj.

¿Quieres saber por qué hay 27 cruces blancas pintadas en el suelo de la plaza de Ciudad Vieja? pues no te pierdas la próxima leyenda. ¡Hasta entonces!

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